Qué ver y hacer en República Checa: los imprescindibles
Hay mucho que ver y hacer en República Checa. Desde que cayó el bloque comunista en 1989, el país, con su capital a la cabeza, ha pasado a ser uno de los destinos europeos preferidos por los turistas. Praga es una verdadera atracción que traslada al turista a la época medieval. También ofrece zonas de bosques frondosos, perfectos para el senderismo, un montón de imponentes castillos y una rica cultura que se aprecia en regiones como el sur de Bohemia o Moravia. Y por supuesto una gran variedad de cervezas.
Qué ver y hacer en República Checa
Para ayudarte a organizar tu viaje, compartimos una serie de sugerencias sobre qué ver y hacer en República Checa.
Praga
Praga es una ciudad histórica con una gran riqueza cultural y un montón de rincones con encanto que parecen sacados de un cuento. Se la conoce también como “Ciudad de las torres cien” y se respira un aire imperial pero a la vez romántico. Tan romántico que el Puente de Carlos IV es uno de los lugares preferidos por los novios para comprometerse. En Praga hay tanto que ver que hacen falta unos cuantos días para recorrerla y disfrutar de todo lo que tiene que ofrecer. El castillo de Praga, la Plaza de Wenceslao, el Reloj del Ayuntamiento de la Ciudad Vieja, el barrio judío así como multitud de iglesias y museos interesantes. La oferta de ocio también es variada y la noche en Praga es una experiencia que merece la pena vivir. En definitiva, se puede decir que Praga es una de las ciudades más hermosas de Europa.
Český Krumlov
Es una ciudad ubicada al sur del país y construida en el meandro del río Moldava. Destaca su arquitectura renacentista y su castillo del siglo XIII que combina elementos barrocos, góticos y renacentistas. También cuenta con coloridos jardines de flores, un teatro barroco original, elegantes fachadas burguesas y bares de la época medieval. Su centro histórico está tan bien conservado que parece que la ciudad se hubiese detenido en el tiempo. Český Krumlov está clasificada por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.
Karlovy Vary
Otra de las cosas que hacer en República Checa es visitar la bella Karlovy Vary. Es una ciudad balneario que se sitúa en un valle boscoso, y que tuvo una gran afluencia a finales del siglo XIX y principios del XX. Es una ciudad muy elegante de arquitectura barroca y fuentes medicinales custodiadas por bonitas columnas. También se pueden visitar la iglesia ortodoxa y el mirador de Diana. Es uno de los balnearios más importantes de Europa.
Olomouc
Olomouc es otro punto imprescindible que ver en República Checa. Se encuentra a mitad de camino entre Cracovia y Praga por lo que fue un punto estratégico entre el siglo XVI y el siglo XIX. Su centro histórico también se considera Patrimonio de la Humanidad y se pueden encontrar varias plazas antiguas de gran belleza con bonitas fuentes en el centro. Como producto local está el queso «tvarůžky Olomoucké», que se ha hecho popular por su sabor y su olor. Al ser una ciudad universitaria, tiene una vida nocturna muy interesante.
Třeboň
Pero además de sumergirse en la historia y la cultura del país, otra de las cosas que ver en República Checa, es disfrutar de su naturaleza. Třeboňsko también aparece en las listas de la UNESCO como reserva de la biosfera. Se ubica en la zona de Bohemia del Sur, entre České Budějovice, Tábor y Jindřichův Hradec. Su paisaje es llano, relleno de ríos, lagos y canales antiguos que comenzaron a construirse a partir del siglo XV.
Suiza de Bohemia
Este parque nacional tiene la peculiaridad de que se encuentra sobre un mar que se secó y dejó a la vista torres rocosas, arenisca y piedras con formas muy peculiares. Hay varios senderos por los que hacer una excursión, llenos de túneles, puentes y curiosos laberintos de roca. Algunos tramos aún contienen agua y solo se pueden cruzar en barca. Siguiendo la cañada de Gabriel nos encontramos con el poblado de Mezní Louka presidido por la Puerta de Pravcice que es un enorme arco de roca.
Mikulov
Mikulov fue una ciudad de gran importancia en la época medieval por su ubicación estratégica ya que se sitúa en plena Ruta del Ámbar y cerca de la frontera austriaca. Fue la residencia de los Liechtenstein y los Dietrichstein, dos familias nobles muy poderosas entre los siglos XIII y XVI. En los años de la ocupación soviética el pueblo cayó en el abandono, aunque fue recuperado tras la caída del régimen. Los turistas llenan de vida Mikulov en las estaciones más cálidas, para contemplar el centro histórico, barrio judío y su hermoso castillo. Desde la Colina Santa se puede disfrutar de unas vistas maravillosas.
Ahora ya sabes todo lo que ver República Checa, un país con una historia y una cultura muy ricas, lleno de leyendas, misterio, castillos y palacios que hacen que el visitante haga un viaje al pasado que te dejará anonadado.