Cuando uno se plantea viajar a Estados Unidos debe tener en mente qué es lo que quiere ver, ya que casi estamos hablando de un continente con 50 sensibilidades distintas (tantas como estados) y es imposible empaparse de todas en un sólo circuito.
En los viajes a EEUU, la variedad de paisajes que uno descubre es espectacular, además, abarca desde el esplendor urbano de metrópolis como Los Ángeles o San Francisco, a las grandes praderas, los desiertos de Monument Valley o las sequoias gigantes de Oregón y California.
Y todavía nos faltaría incluir las agrestes tierras vírgenes de Alaska o las exóticas islas polinesias de Hawai.
A la variedad de panoramas que brindan los viajes a EEUU hay que añadir la de estilos de vida. Cuando en Napa Valley se apuesta por el tinto, en la costa este se sigue apreciando el blanco. Hay también grandes diferencias entre alguien que vive en Boston, Nueva Orleans o Las Vegas, por citar algunos ejemplos.
Por no hablar del abismo que separa el hípster que vive en Brooklyn del nativo americano que habita en las cercanías del Gran Cañón del Colorado. Dicho de otra manera: en los viajes por Estados Unidos organizados, todo el mundo encuentra su lugar.